El proceso de Regionalización que vive el país, trae consigo la Descentralización Educativa y de los demás sectores, debiéndose entender como un proceso que busca contribuir al progreso del país mediante la eliminación del centralismo, la injusticia, la inequidad, el abandono de las regiones y la exclusión en materia educativa, entre otros. Este proceso permitirá que la población gane acceso a la cultura y a la capacidad informadamente en la toma de decisiones a nivel institucional, comunal, local, regional y nacional.
La descentralización educativa no es simple redistribución de competencias, de modo que el esquema piramidal y burocrático del sistema educativo se mantenga, trasladándolo del nivel central al regional o municipal. Se trata de reconocer en el nivel local el punto de partida para generar una dinámica permanente que elimine la dicotomía institución educativa sociedad. Es aquí donde la concertación de voluntades está no sólo en manos del estado, sino también en la voluntad de los partidos políticos, las iglesias, los gremios profesionales, sindicatos, federaciones y confederaciones y de las demás organizaciones de la sociedad civil. Por ello se hace indispensable y urgente, crear espacios locales (provinciales), y regionales donde la confluencia de todas las energías sociales apunten a mejorar sustancialmente los niveles educativos actuales tan venidos a menos, como parte de la dinámica del desarrollo local, regional y nacional.
La descentralización educativa es una nueva forma de ver y pensar la educación regional, provincial, distrital y local. Requiere por lo tanto una profunda reforma de los sistemas organizacionales y de gestión a fin de que las poblaciones desarrollen y participen en los servicios sociales de calidad.
Gracias al compromiso de los actores locales, la vigilancia de la gestión educativa y de sus resultados se hará realmente factible, contribuyendo a eliminar la corrupción institucionalizada, el mal trato a los usuarios, la morosidad en la atención de los reclamos, las coimas y los chantajes, amén de otras formas de clientelaje politiquero.
La descentralización educativa como una nueva propuesta de gestión, facilita el intercambio del saber, mejora la capacidad para la solución de problemas y para el desarrollo de nuevas alternativas, genera proyectos innovadores que atiendan desarrollos específicos o generales, a través de redes locales, regionales y nacionales. En el Perú, país con tantas diferencias de todo tipo, el reconocimiento y apoyo a la creatividad y a la capacidad emprendedora de los pueblos es fundamental para el desarrollo del país en su conjunto. Con la descentralización educativa se progresará en la definición participativa de la identidad nacional y el sentido de pertenencia de todos los ciudadanos como actores de su destino personal, regional y nacional.
La descentralización educativa, enfrentará desafíos y retos que tendrá que superarlos con participación organizada, meritocracia y vigilancia democrática. Organizar los procesos administrativos y de gestión del gobierno regional, definir su proyecto de desarrollo y contar con una normatividad operativa y ágil que permitan ejecutar tareas como las siguientes:
1) Imprimir un sello regional a la educación. Los gobiernos regionales, deben definir su propio modelo educativo, sin apartarse de los objetivos nacionales, elaborar su Diseño Curricular Regional, formular sus políticas de equidad, las modalidades de organización y gestión, los estilos de supervisión y seguimiento, los planes de monitoreo, la aplicación de sus proyectos educativos innovadores, sus Proyectos de Desarrollo Local, los Distritales e Institucionales, recogiendo las experiencias e iniciativas generadas en sus propias comunidades, desarrollando la capacidad de contraloría y vigilancia social, fortaleciendo a las instituciones educativas, apoyando e incentivando la iniciativa, creatividad y capacidad de decisión de los directores y equipos magisteriales seleccionados por su meritocracia y no por el color político.
2) Contar con personal y sistemas administrativos eficaces: desafíos en el ámbito administrativo y de gestión. El desafío mayor de las regiones será luchar contra la burocratización, el desorden, la ineficiencia y la corrupción, el
clientelaje politiquero, y otros males existentes en la mayor parte de las instancias intermedias del Ministerio de Educación.
La designación de los Directores Regionales de Educación, de los Directores de Unidades de Gestión Educativa y de los Directores de Unidades, se deben hacer por concurso público y no a dedo, hecho que constituirá el primer paso de este proceso.
3) Proyecto Educativo Regional Participativo (PER). Los gobiernos regionales, deben establecer metas anuales, enmarcadas en una visión de mediano y largo plazo. Estas metas deben ser particularmente ambiciosas para programas de alta significación estratégica ligados a la lucha contra la pobreza, tales como la educación de la primera infancia, la educación inicial y el fortalecimiento de la educación rural.
Ellas deberán ser definidas con la participación de la sociedad civil regional y la comunidad educativa fortaleciéndose una institucionalidad participativa que en la Ley General de Educación recibe el nombre de “Consejo Educativo Regional (COPARE), el “Consejo Educativo Local” (COPALE), y el “Consejo Educativo Institucional” (CONEI).
Los Proyectos Educativos Regional, Local e Institucional, están orientados para el mejoramiento de la Gestión Educativa en todos sus ámbitos, pues uno de los principales problemas que limitan el desarrollo educativo en la región, la provincia y la localidad, está referido a la gestión educativa. Los modelos y
normas de gestión educativa no responden a la realidad y a las necesidades de la educación, pues se diseñan desde una perspectiva de control del cumplimiento de procesos, por lo general administrativos y no tienen una orientación hacia el logro de resultados educativos. Esta gestión genera una brecha entre lo que el sistema ofrece y lo que la población espera de él, debilidad que se manifiesta en la tabla de espacios, procedimientos y herramientas necesarios para tomar decisiones autónomas, a nivel local, provincial y aún regional, y generar condiciones apropiadas desde el punto de vista de la gestión para el logro de resultados educativos que los usuarios del sistema y la sociedad esperan de la educación pública.
Al lado de ello, se tiene un reto a superar la baja calidad educativa, en todas las etapas, Niveles y Modalidades Educativas, el bajo Presupuesto del Sector y las demandas de la población que exige en el siglo XXI, la priorización de la Educación como Eje de Desarrollo del país y las regiones, que en la década del 70, tuvo plenos méritos para su continuidad y mejora de la Educación peruana. Hablamos también de falta de capacitación del magisterio y pese a los grandes gastos de programas de este tipo que no tienen consistencia y sostenibilidad nacional, regional, local e institucional, no han superado los bajos niveles internacionales de resultados de evaluación.
A nivel de gestión educativa, hay mucha improvisación, mucha rutina en el trabajo, un pésimo trato a los docentes, una morosidad en la atención, una corrupción institucionalizada, y falta de capacitación en la Gestión institucional, administrativa y pedagógica. Si miramos el quehacer del personal
administrativo de los diferentes órganos administrativos y de gestión, la mayoría desconoce sus funciones, y pese a los benditos bonos de producción, los males no han sido superados y entramos al siglo XXI, sin pena ni gloria en la eficiencia y eficacia educativa, prueba de ello son los diferentes procesos judiciales que ninguno los gana la DRE o las UGEL, y las torpezas cometidas por el personal contralor de los Gobiernos Regionales, que demoran, y no atienden los derechos del Maestro, que viene siendo postergado, maltratado, desatendido y ofendido de sus instituciones educativas tutelares y de sus órganos de gobierno que hasta la fecha no han encontrado un rumbo de atención ágil, oportuna y eficiente.
Mejorar las habilidades para el trabajo en equipo, la comunicación y la facilitación de procesos orientados al logro de objetivos.
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Identificar el estado de gestión educativa en los ámbitos de trabajo.-
Manejar información real y actualizada, así como de la toma de decisiones relacionadas con los procesos de gestión.-
Asumir la responsabilidad de capacitación y seguimiento en Gestión Educativa a Especialistas de la DRE y las UGEL, así como de los Directores de las Instituciones Educativas.-
Por ello quiero terminar este artículo, señalando las capacidades y competencias de gestión que debemos desarrollar de aquí en adelante, siendo ellas: